jueves, 7 de octubre de 2010

El conejo ciudad sale de la chistera



Carlos López (4Esquinas)
Miren detenidamente la fotografía. La alineación de izquierda a derecha (geográfica) es la siguiente: Cristino Domenech (el Cristino de toda la vida, ), Paz Medina (la concejal de Participación Ciudadana), Jesús Dionisio (alcalde de Aranjuez), Carmen Rodríguez (vicepresidenta del Consejo Ciudad) e Inmaculada Cárdenas (representante de UGT). Tanto Domenech como Inma pertenecen a la cúpula directiva del Consejo Ciudad.
Échenle imaginación y traten de adivinar de qué iba la rueda de prensa que se disponían a iniciar en ese momento. Bien pareciera, por la solemnidad de los gestos, el despliegue de la mesa, los micrófonos, que siempre dan su prestancia, que iban a anunciar algo que cambiaría las vidas de los vecinos que residimos en Aranjuez. Pues no, simplemente nos iban a conminar a quienes a aquí vivimos a que no ensuciemos el suelo cuando salgamos a la calle, que tiremos la basura a nuestra hora y que no pintemos las paredes. Y lo harían como si del invento de la pólvora se tratara, o quizás las nuevas sopas de ajo si nos apuntamos a los tiempos de gastronomía deconstruida que vivimos.
Para lo que ha quedado la izquierda. Lejos quedan los grandes mensajes a la sociedad. Digo izquierda porque los cinco «ponentes» pertenecen a la izquierda ribereña, cada uno desde su ámbito. Unos con más solera, otros con menos, pero izquierda a fin de cuentas. Parecía que eso de vaciar los ceniceros, baldear un poquito la calle o recortar los setos del jardín quedaba como un poco burgués, asuntos menores para gente sin ideología que no sabe perder el tiempo de manera ingente en discusiones bizantinas sobre el modelo de ciudad.
Al menos ya sabemos que la izquierda ha devenido en una especie de aficionados a la ciudad patena y para ello ha cogido el megáfono y se ha puesto a llamar guarros a los vecinos. Lo hacen de manera fina con frases del tipo «la ciudad es la casa que todos habitamos, el espacio de convivencia donde nos relacionamos en un acto inteligente» o «hay que propiciar y cuidar los espacios que ayuden al intercambio entre discrepancia y coincidencia». No sin caer en ese bizantinismo antes aludido y que tanto echan de menos, «constantemente debemos reflexionar, entre todos, sobre la ciudad que tenemos y la que queremos».
Y, así, después de sesudas sesiones, todos los que conforman el Consejo Ciudad «tras un período de reflexión» suscriben un compromiso que tiene como objetivo con la ciudad de Aranjuez el de «mejorarla, erradicar las conductas incívicas y promover un sentimiento cómplice y solidario que nos mantenga activos para asegurar nuestra convivencia y dignificar, aún más, la ciudadanía ribereña». Chimpún.
¿Y cómo se va a lograr esto? Pues con muy poca originalidad, mire usted. Van a contratar una cuadrilla que pase la fregona a las calles durante el mes de octubre y van a ordenar a la Policía Local que se fije más que de costumbre para poner multas a los guarros. Multas que están ya estipuladas hace mucho tiempo, por cierto. Pero dónde va a dar, levanta más la líbido cascarle a un vecino una multa de 750 euros por no recoger el cirotillo del perro, conminándole en nombre del «pacto cívico», que hacerlo simplemente porque lo dicen las ordenanzas y son las normas de funcionamiento.
Vamos que esto es algo así como si Ronaldo, Higuaín y Di María hacen público un pacto cívico con el que anuncian que van a meter muchos goles. Coño, para eso se les ha fichado ¿o no?
Con este precedente, el día que se reúna el Consejo Ciudad para abordar la deuda municipal, me imagino que llegarán a la conclusión de que hay que ser más perseverantes a la hora de perseguir al ciudadano con la tasa de la basura en la mano. O quizás se les ocurra la contratación de alguien para que juegue todos los días a la bonoloto en nombre del Ayuntamiento, a ver si hay suerte.
Por cierto, aclararon en la rueda de prensa que los miembros del Consejo Ciudad no cobran, que desarrollan su labor por la patilla. Con las conclusiones a las que llegan, tendría narices que les pagasen. Eso, cuando nos toque la bonoloto.

1 comentario:

  1. Fuegos de artificio de este alcalde impresentable que tenemos. Ya podia hacer otro "parto civico" con sus correligionarios y pagar a los trabajadores municipales, ya podia ponerse el traje de sindicalista que comparte con Ramirez Panadero en las fotos y firmar con el ese pacto y que los trabajadores cobren su salario.
    Que haga otro "parto civico" para que este pueblo salga del pozo donde esta. Mucho me temo que en vez de un "parto" el resultado va a ser un "aborto". Vayase sr. Dionisio, por el bien de Aranjuez, usted ya huele mal.

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