viernes, 22 de octubre de 2010

Semanas de mucho...

Carlos López (4Esquinas)
...Años de nada, rematarían los escépticos y los pesimistas. Acaba la semana entre fanfarrias y hemorragias de alegría, tal que si el calvo de la lotería hubiese escanciado sobre Aranjuez billetes de quinientos euros. Volvemos por nuestros fueros. Tren y caballos. Caballos y tren. ¿Caballos de vapor? Vapor de inversión, espuma de progreso.
Viene todo esto a cuento de los dos anuncios que se han sucedido esta semana, casi sin dejarnos respirar, sin poder hacer recuento de los beneficios colaterales.
Primero disparó el ministerio de Fomento con el anuncio de un Centro Logístico Ferroviario que, pasado a limpio, supondrá una inversión de 20 millones de euros. Una especie de estación para trenes de mercancias a la que llegarán trenes cargados de mercaderías a los que esperarán camiones con destino a la capital y otros lugares. Y luego los trenes se cargarán de otras mercaderías, que habrán traido otros camiones, para llevarlas a otros lugares. La zona de las traviesas se convertirá en el nexo que unirá Levante, Andalucía y Portugal con Madrid a través del tren, con el que mantener relaciones de comercio.
Apenas digerida esta noticia, aparece en escena la Comunidad de Madrid que, tras el consejo de gobierno de ayer jueves, anuncia un Complejo de ocio y deporte en la finca de Sotomayor. «Complejo de ocio», viejas reminiscencias de timba y hotel. La Casa de la Monta convertida en lugar de esparcimiento y práctica deportiva. En principio, la cosa va de caballos, de práctica ecuestre, pero, oiga, 625 hectáreas son muchas hectáreas para el trote equino. A los pobre caballos les puede dar falto de tanto dar vueltas a la finca.
Puede que aquí haya algo más. Poca cosa parece que la Casa de la Monta se pueda convertir en «un dentro docente, de exposiciones y eventos culturales, alojamiento hotelero y servicio de restauración» para una inversión que se presume millonaria. Dónde estará el gato encerrado. Afinemos el oído que un día de estos maullará.
Puede que sea el calendario electoral que ya aprieta en los zapatos. Seguramente no. parecen dos proyectos realizables, pero... a fuerza de desengaños nos van volviendo incrédulos. Demos un voto de confianza. Todo parece tener su lógica. Vamos a ver en qué queda. Por cierto, uno le añadiría a la apuesta de los caballos la del golf, algo más realista y acorde con la inversión que supondrá rescatar del olvido y el abandono la vieja caballeriza real.
Así pues, que esta sea una víspera de días felices. Amén