lunes, 27 de septiembre de 2010

Concejales en las huelgas

Carlos López (4Esquinas)

Casualidad o no, parece una certeza imperturbable. Cada vez que le hacen una huelga general al PSOE, en el Ayuntamiento de Aranjuez hay un concejal que se ve metido en un brete por su condición de sindicalista activo. En las dos anteriores les ocurrió a Eugenio Rincón y a Pablo Martínez Ruano, en esta a Ricardo Casas. Dejo en blanco el asunto de la huelga de 1988 porque mi memoria no llega a tanto, en aquel entonces, recién llegado de la mili, no andaba uno muy puesto en el escalafón municipal. Me explico.

En mayo de 1992, la convocatoria le pilló a Eugenio Rincón desempeñando labores de concejal de Seguridad, o sea, de responsable de la Policía Local. El asunto desembocó en el apelativo de concejal-piquete que se ganó a pulso este edil. Rincón, también destacado sindicalista de CC.OO. en Robert Bosch, por no decir eterno mandamás del sindicato en dicha fábrica, tuvo la ocurrencia de formar parte del macropiquete festivo que, a partir de las doce de la noche, se dedicó a ir cerrando bares. Servidor fue testigo en uno de esos bares de la actuación de las decenas de sindicalistas y su forcejeo dealéctico con los propietarios del establecimiento. No hubo manera. En aquel entonces nos preguntábamos ¿qué hubiera ocurrido de haber tenido lugar algún incidente y la aparición de la Policía Local? ¿en qué lugar hubiese quedado el concejal? ¿hubiese ordenado a la policía que actuase o que se contuviera? Inolvidable fue aquel momento en que uno de los piqueteros se comió la hamburguesa del portavoz socialista en el Ayuntamiento y compañero de equipo de gobierno de Rincón, Lorenzo Sánchez-Gil, que intentaba cenar en aquel pub. Sonrió y se quedó sin cena.

En enero de 1994, la huelga general sorprendió como concejal de Personal a Pablo Martínez Ruano, a la sazón también sindicalista en AGFA Aranjuez. En este caso, su actuación fue la de defender el derecho de aquellos que optaron por trabajar en las dependencias municipales. Fui testigo de cómo se enfrentó a un piquete que intentaba «informar» a la gente que trabajaba en las oficinas, concretamente al señor Llopis y algunos otros más. Martínez Ruano supo estar en su sitio, que en el Ayuntamiento no era otro que el de concejal y logró que el piquete desistiera de su labor informativa. Por cierto, en aquel incidente había un testigo inesperado, el concejal de IU Pedro Saiz, enemigo irreconciliable de su compañero Pablo Martínez. En esta ocasión Saiz acabó aplaudiendo a Martínez.

El miércoles próximo, el marrón le cae a Ricardo Casas. Un marrón doble porque le toca el papelón de ser concejal de Personal y de Seguridad Ciudadana al mismo tiempo. Casas representó la cuota de UGT en la lista socialista de 2007. Hasta entonces formó parte de la Ejecutiva local del sindicato en Aranjuez. Si bien es cierto que tras su integración en la citada lista se enfrío, por no decir que desapareció, la relación con sus ex-compañeros del sindicato. Casas no ha querido esperar al día D y ya ha señalado, en una nota de prensa, que la sección sindical de UGT no quería servicios mínimos en el Ayuntamiento. Lo curioso del asunto es que el único liberado que hay en el Ayuntamiento de Aranjuez lo es por UGT, se llama Juan Carlos Ramírez Panadero y es el secretario general de UGT en esta ciudad. Así las cosas, lo de Casas y su referencia a UGT ¿será casual o no?
En todo caso, el reto de Casas para el miércoles tiene más supense que los pájaros de Hitchcock ¿le acabarán picando?

1 comentario:

  1. No se que esperamos de este pajaro. Ha estado callado en todos los chanchullos de colocar gente en el ayuntamiento, tolerando los desmanes de los "sindicalistas". Ahora se escondera en algun agujero, es un cobarde.

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